Su localización era estratégica, significaba la última parada, antes de ingresar a la selva, hacia los inmensos yerbales que se hallaban en el Alto Paraná y un camino que unía las reducciones que se hallaban en el Guayrá, al norte del río Iguazú.
Contaba con puerto y astillero propio como punto de control y apoyo para las embarcaciones. Todas las expediciones yerbateras que partían de las reducciones ubicadas al oriente del río Paraná necesariamente pasaban por Corpus.
Al igual que Loreto, y otros pueblos paranaenses, Corpus se caracterizó por ser un pueblo productor de yerba mate. El diseño urbano de Corpus era el común a las demás reducciones. Tanto en la orientación como en la disposición de los espacios urbanos. Su plaza era una de las mayores de las misiones.